viernes, 29 de junio de 2012

¡Sí, quiero!

El Amor llama a nuestras puertas.


Esta vez comparto con uds. una de mis mayores alegrías, un casamiento en la familia.  Tuvo lugar en mi ciudad natal, Pergamino.  Ceremonia de día, en el parque, con mucho por hacer puertas afuera! Espero lo disfruten tanto como lo disfruté yo.


En el parque se ubicó el gazebo para la ceremonia.  Se colocaron floreros con flores blancas y detalles en puntillas de hilo. 

La novia entró con un cielo de corazones y blondas caladas unidas en guirnaldas con hilo rústico.

Se sembró el cesped con corazones de colores, cajón rústico con latas y frascos de flores.  Para los más jóvenes se dispusioron mantas para picnic de arpillera acompañadas de almhoadones con fundas de tela (en composé con los manteles de las mesas)

De los árboles colgaban flores de colores en papel que se balanceaban con la suave brisa de verano.  A su lado un marco de fotos gigante para que los novios e invitados tomaran sus retratos y recordaran el buen momento que estaban pasando.

Los novios decidieron no poner pantalla para pasar un video de ellos y optaron por colgar fotos en un tender realizado con hilo rústico y broches de madera.  Los invitados se deleitaron durante la recepción buscándose en las fotos que compartieron los novios.


A la entrada del salón colgaban guirnaldas a ambos lados de las puertas con la siguiente frase: "...y fueron felices, y comieron perdices."  Con un final de cuento para esta hermosa pareja que daba el si!



Para que los invitados encontraran su ubicación en las mesas, se dispusieron tarjetas con su nombres, todas colgadas en una puerta de madera con cintas multicolores.  En una mesa con flores se colocaron abanicos en una canasta de madera patinada para que las invitadas disfrutaran del sol sin calor.

Ya dentro del salón el techo se vistió de paraguas blancos de los que colgaban grullas en el mismo color, las que flotaban con sus alas desplegadas.


Las mesas se embellececieron con mantelitos cuadrados en color acqua y colorado (la de los novios con camino), sobre los que se colocaron frascos decorados con puntillas y botellitas con cintas de crochette.  Las flores, blancas.   Cada mesa tenía su número en el mismo estilo en el que se realizaron las invitaciones.  Para realzar el romanticismo de la mesa, a la tardecita se encendieron los vasitos perlados con velas blancas.  Mejor que en un cuento de hadas!










1 comentario:

  1. Gracias Sil, por todas las cosas lindas que creaste para nuestro día especial. Quedó todo como lo soñamos!

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